Tres efectivos de la Policía provincial, protagonizaron ayer al mediodía un increíble y peligrosísimo rescate que tuvo como protagonista a una jovencita de 21 años que cursa su cuarto mes de embarazo y con serios problemas emocionales, quien había ingresado al río Paraná en la zona costera. Su madre llamó al 911 para alertar que la chica tenía intensiones de poner fin a su vida y rápidamente se montó un operativo de búsqueda, hasta encontrarla ya dentro del agua. La valerosa acción de los uniformados, permitió rescatar a la víctima, semiinconsciente y casi a punto de ahogarse.
El incidente sucedió ayer alrededor de las 12:40, cuando el llamado desesperado de una mujer al 911 puso en alerta a las dependencias costeras. Esta relataba que su hija tenía serias intensiones de dañarse físicamente y por ello, amenazó a su familia que iría hacia la zona del río.
De inmediato el móvil N°817 de la comisaría Décimo Séptima se dirigió a una zona considerada altamente peligrosa por la corriente y los pozos dentro del río, donde sospecharon inicialmente que podría encontrarse la joven. Junto a ellos se sumó personal del GRIM 4, que también fue puesto en alerta por el mismo hecho.
La chica fue divisada por calle Ballerini al fondo, saliendo de un terreno complejo de pastizales e ingresando al río raudamente. Sin dudarlo, la sargento primero Miriam Ramírez y el sargento Germán Muñoz de la comisaría Décimo Séptima, junto con el oficial ayudante Leandro Leiva del GRIM 4 ingresaron al Paraná, pese a que llovía torrencialmente y las aguas estaban particularmente turbulentas en aquella zona.Tras realizar una cadena humana y con el agua hasta el pecho, los tres uniformados lograron llegar hasta la jovencita, quebrada emocionalmente y quien opuso resistencia a ser rescatada. Mientras intentaban socorrerla, la víctima perdió el conocimiento, lo que facilitó las tareas de extracción.
Cerca de 30 metros, ida y vuelta, fue lo que tuvieron que ingresar los policías con agua hasta el pecho y casi son arrastrados por la corriente, pero pudieron poner a salvo a la joven, sacarla del agua semiinconciente y trasladarla unos 600 metros hasta donde se encontraban los móviles policiales para luego ser trasladada a un lugar seguro y que sea revisada por médicos. Fuentes allegadas al caso indicaron que la chica se encontraba bien de salud y el embarazo no habría sufrido complicaciones.
Una vez más el profesionalismo y la capacitación fueron puestos a pruebas en el personal policial.
Se trata de la tercera víctima joven con la misma drástica decisión, aunque en este caso el rápido accionar de los uniformados evitó una desgracia.