El obispo de la Diócesis de Goya, monseñor Adolfo Canecín, presidió la Bendición de los Ramos en la plaza San Martín y luego, en la Misa en la Catedral Nuestra Señora del Rosario en su homilía dejó un mensaje por el cual pidió a los creyentes ser protagonistas y no espectadores en los días de Semana Santa, al advertir que «ser cristianos, es seguir las huellas de Jesucristo».
«Que en el inicio de la Semana Santa nos animemos a vivir como auténticos peregrinos», y agregó «qué lindo que hoy, en el inicio de la Semana Santa, nos animemos a vivir este año como auténticos peregrinos, poniendo en nuestro corazón los sentimientos de Jesús. ¡Tenemos que pedir esa gracia!», exhortó.
Indicó que el Domingo de Ramos recuerda «cuando Jesús ingresaba a vivir la Pasión, por obediencia al Padre y por amor a nosotros», entonces instó a «poner en nuestros ojos la mirada de Jesús».
«Hermanos, antes de cada celebración, hagamos este ejercicio diciendo: ‘Señor, poné en mi corazón tus sentimientos; Señor, poné en mis ojos tu mirada; Señor, poné en mi mente tus pensamientos; Señor, poné en mi cuerpo tus gestos y que mis pies vayan recorriendo las huellas que vos dejaste’. Porque ser cristianos es seguir las huellas de Cristo», recordó el Obispo a todos los que son bautizados.
Puntualizó seguidamente que «Jesús venció el triunfalismo con la humildad, cuando entró montado en un burrito, que es sinónimo de pequeñez y de pobreza. Jesús entra decididamente a Jerusalén, entonces qué lindo que decididamente como Jesús hagamos lo que tengamos que hacer. Entró a Jerusalén decididamente -subrayó-, sabiendo lo que le iba a pasar».
«Jesús lo que quería, y nosotros con Él, es cumplir la Palabra del Padre. Ingresemos con Jesús a Jerusalén y vivamos el Misterio de la Pasión; es lo único que nos conducirá a la luz y a la resurrección», advirtió el Obispo goyano.
«Que podamos vivir todos los días de la Semana Santa no como espectadores sino como protagonistas. Si vivimos así, el Domingo próximo se habrá producido en nosotros un paso, en algo, y decir con todo derecho: ¡Feliz Pascua, porque soy testigo! Se produjo en mí, no por mi mérito y esfuerzo, sino porque recorrí el Misterio de la Pasión», enfatizó al concluir su mensaje ante una iglesia Catedral totalmente colmada de fieles.