Las estafas que habría cometido un organizador de eventos de la capital provincial afectaron a decenas de personas y el dinero abonado anticipadamente por sus clientes, quienes no recibieron ningún servicio a cambio, rondaría en los 100 millones de pesos, según cálculos iniciales.
Una veintena de damnificados acudieron a la Policía para manifestar distintas situaciones con respecto al dinero “perdido” por cumpleaños, fiestas de casamiento e incluso una cena de recepción de alumnos de un colegio privado. En gran porcentaje los eventos ya estarían truncos, mientras que otros planificados para la segunda mitad de noviembre y el resto con fechas de diciembre quedaron en un “gris”, aunque los clientes de la firma encabezada por Osvaldo Martín Ojeda, de 34 años, darían como hecho que están inmersos en un fraude.
El último contacto de Ojeda con personas que contrataron los servicios de la empresa “Food Lab, catering y eventos” data del viernes 31 de octubre.
Desde aquella fecha, los números de teléfono que Ojeda brindó como vía de contacto y asesoramiento dejaron de estar activos. Días después su familia acudió a la Comisaría Seccional Novena para decir que también perdieron toda comunicación con él y temían que algo malo le haya ocurrido.
En tal sentido, la Policía obtuvo con posterioridad las imágenes de una cámara de seguridad de la cuadra donde Ojeda residía en el barrio Anahí. En la filmación se lo ve saliendo del inmueble con una valija y una mochila para después ascender a un automóvil.
Según la información recabada por este medio, el vehículo sería el de un chofer de una aplicación de transporte de pasajeros que lo trasladó a otro punto de la ciudad.
La principal hipótesis de la Policía es que esos movimientos del acusado de las estafas masivas corresponderían a una acción previa a abandonar la provincia. Sospechan, en pocas palabras, que se fue de viaje a un destino del que no habría avisado a gente de su entorno más cercano.
Días después del presunto viaje de Ojeda hubo fiestas que estaban a su cargo y no se realizaron. Desde esos primeros eventos incumplidos comenzaron a difundir sus fotografías en las redes sociales y medios de comunicación.
A la vez, la Policía lo buscaba como una persona perdida o desaparecida, pero no fugada tal y como sería la verdadera situación.
Datos suministrados a este medio indican que a principio de noviembre comenzaron a aparecer las denuncias formales, además de comunicaciones telefónicas de otros damnificados con la Policía, quienes al reconocer al organizador en las fotos publicadas empezaron a sospechar. Luego, esa gente sumó sus denuncias.
En la Dirección de Investigación de Delitos Complejos y Delitos Informáticos recibieron una tanda de testimonios en las que, antes del fin de semana, el monto estimado de dinero abonado a Ojeda oscilaba en los 50 millones de pesos.
Sin embargo, el fin de semana y entre el lunes y ayer volvieron a sumarse denuncias de personas que dijeron haber abonado montos importantes por distintos tipos de fiestas.
Entre los eventos incumplidos figura un cumpleaños de 15. Mientras una cena y baile de recepción tampoco se realizaría y por la cual un grupo de alumnos de un establecimiento privado pagó, cada uno de ellos, medio millón de pesos.
Una fiesta por la cual una familia abonó la suma de 7 millones de pesos debía realizarse el viernes 7 de noviembre, lo cual generó un estado de indignación y bronca.
En tanto, una pareja que tiene fecha de casamiento para el mes de diciembre ahora “no sabe qué hacer”, ya que desembolsó una suma en efectivo que oscila en los 5 millones y medio de pesos.
Existe otro caso, una mujer abonó 6 millones de pesos en efectivo y otros 4 mil dólares. Fue la primera en acudir a la Policía e iniciar el expediente con intervención de la Unidad Fiscal.
Los damnificados explicaron que suponían que algo malo estaba pasando con sus contratos de servicio porque el organizador daba “muchas vueltas”. A uno de ellos reprogramó dos veces la fiesta que al final tampoco fue realizada e, incluso, se supo que ni siquiera había un salón reservado, tal como Ojeda habría asegurado.
A la vez, un fotógrafo contratado por Ojeda también lo acusó públicamente en su cuenta de Instagram (@sr
blackph) como autor de una estafa hacia su persona. “Esta persona me adeuda una suma de dinero correspondiente a trabajos realizados y además ha cometido múltiples estafas que afectaron tanto a empleados, proveedores y clientes”.
