El gran “anillo de fuego” que oscurecerá el cielo patagónico por completo se convirtió en uno de los fenómenos naturales más ansiados por los curiosos y los amantes de la astronomía. Hay mucha expectativa puesta en el eclipse solar anular que llegará el 2 de octubre al sur argentino, y que tendrá máxima visibilidad en Puerto San Julián, una localidad costera del departamento Magallanes, en la provincia de Santa Cruz. El lugar de 123 años que está a 2.155 kilómetros de Buenos Aires y que “dio origen” a la Patagonia.
Es ahí, en el famoso “Punto Cero” de San Julián —cerca de la réplica de la gran nave Nao Victoria, símbolo de la flota magallánica y primera en dar la vuelta al mundo—, en donde a las 17.27 del miércoles una marea de gente se concentrará para mirar hacia arriba, al punto máximo de anularidad que vendrá con el último eclipse solar del año.
El evento astronómico se convierte, sin dudas, en el más importante del 2024 para sus cerca de 18.500 habitantes, sobre todo por la excepcionalidad, ya que es un fenómeno único, que no estaba contemplado en las agendas, ni en las programaciones habituales.
En diálogo con Clarín, el intendente Daniel Gardonio remarca: “Venimos trabajando desde hace tres meses aproximadamente en esto. Este fenómeno natural surgió en medio de otras actividades, como el Día de San Julián que es el 17 de septiembre. Y entonces hubo que planificar, coordinar con la gente, con astrónomos de la Universidad de La Plata que ya están acá”.
Destaca que para el mes de julio ya se había agotado la capacidad hotelera de San Julián, incluyendo el camping municipal, en donde se estaban realizando obras de refacción para la temporada. Ya hubo unas 50 solicitudes de ingresos de distintos moto viajeros para dicho camping. Se espera gente de localidades vecinas, así como turistas extranjeros.
“Es un evento natural, en un momento del año en particular. Octubre es un mes bajo para nosotros turísticamente, entonces es importante. Por eso trabajamos en habilitaciones de viviendas familiares. Tenemos una reglamentación que nos permite, únicamente cuando se satura la capacidad hotelera, habilitar casas o departamentos familiares como albergues temporarios”, comenta.
Gardonio, que fue reelecto en 2023, no tarda en rescatar la importancia de este acontecimiento como uno más en la larga historia de este rincón sureño que es, ni más ni menos, el origen de la Patagonia. El lugar del primer encuentro entre europeos y tehuelches, y en donde se celebró la primera misa en 1520.
Compara esta convocatoria con la que planificaron para inicios de 2020, cuando se cumplían los 500 años de la Vuelta al Mundo de Fernando de Magallanes, quien en 1520 arribó a San Julián luego de partir del puerto de Sevilla un año antes con el fin de encontrar un paso austral interoceánico para llegar a las Islas de las Especias.
De las cinco carabelas de Magallanes, la Nao Victoria fue la única en completar la vuelta al mundo, por eso desde 2005 está la réplica en esta costa. En 2018, la Cámara de Diputados de Santa Cruz declaró a Puerto San Julián como el punto cero de la Patagonia.
Esa celebración no pudo realizarse por la pandemia, y el funcionario aclara que hubiera sido de mayor envergadura a la que se proyecta para el eclipse, aunque esta última tiene una visualización muy importante que no tuvo ningún evento anterior.
La historia de esta ciudad no deja de lado su vinculación con la astronomía, porque no es la primera vez que los eclipses tienen protagonismo: ya con la llegada de la flota magallánica, el cosmógrafo Andrés de San Martín registró el primer eclipse solar total el 17 de abril de 1520, siendo esta la primera observación astronómica registrada en la Patagonia.
La trascendencia histórica de San Julián también se refleja en el rol que cumplió durante 1982, cuando se desarrollaba la Guerra de Malvinas.
Durante el conflicto bélico por la recuperación de las islas hubo operaciones aéreas que partían desde la Base Aérea Militar (BAM) San Julián: cientos de misiones de aviones del Grupo 6 de Caza (Dagger) y Grupo 4 de Caza (A-4C). El monumento Mirage Dagger es un emblema que perdura de aquellos años en donde, tal como relata Gardonio, solo “había cerca de 5.000 personas que convivían en el día a día con los soldados”.
San Julián llegó a convertirse en escenario de una de las escenas de combate de la película sobre Malvinas “Iluminados por el fuego”, dirigida por Tristán Bauer y protagonizada por Gastón Pauls.
Ahora, la experiencia de un fenómeno astronómico reaparece. El intendente señala que desde la Universidad de La Plata hicieron una donación importante de anteojos para poder ver este eclipse. Que el municipio “no gastó fondos en la compra de lentes, porque se consiguieron donados”.
Los visores para proteger los ojos de los rayos que desprenderá el “anillo de fuego” fueron entregados a todos los colegios de la zona. Un número limitado de lentes estará a disposición durante el eclipse en el Punto Cero, frente a la costa, para facilitar la experiencia a los visitantes. Además, en el gimnasio municipal va a haber una pantalla gigante para que la gente pueda observar más cómodamente.
“Estuvimos trabajando con gente de hospitales, hubo profesionales que estuvieron dándole información a la localidad, principalmente para cuidar a los menores. O sea, para que la gente tome conocimiento de la gravedad de mirar naturalmente este evento por el daño que puede ocasionar. Se está haciendo muy fuerte ese trabajo en las escuelas”, agrega Gardonio.
Durante la tarde del 2 de octubre se llevarán a cabo diferentes propuestas para disfrutar del eclipse solar anular: de 16 a 20 habrá una feria holística de artesanos y productores locales; a las 14 comenzará Pedaleando rumbo al eclipse, con un recorrido de 24 kilómetros; y de 16 a 18.45 podrá experimentarse el eclipse con telescopio y pantalla gigante desde Punto Cero (al pie del Museo Nao Victoria), organizado por los astrónomos de la Universidad de La Plata.