Es un campeón del mundo que ahora está enfocado en la conquista de América. En apenas 11 partidos, Thiago Almada ya se convirtió en una pieza clave para Botafogo y en los cuartos de final de la Copa Libertadores ya dejó su sello: en la vuelta San Pablo, en el Morumbí, abrió el marcador que destrabó una serie que estaba muy cerrada y, de paso, le cortó una particular racha a su rival de turno.
Su primer gol en Copa con el conjunto brasileño (había convertido dos en 2021 con Vélez) llegó en el momento justo: tras un centro del venezolano Savarino y un flojo despeje del arquero Rafael, Almada solo tuvo que poner la cabeza en el área chica, con el arco libre, y desató el festejo que adelantó a Botafogo como visitante tras el 0-0 en la ida.
Este grito del argentino de 23 años marcó el final de una extensa marca de San Pablo, que había terminado con la valla invicta en los últimos cinco partidos coperos: 0-0 frente a Barcelona de Ecuador, 2-0 a Talleres, 0-0 con Nacional, 2-0 en la revancha frente al Bolso y la mencionada igualdad sin tantos en el primer mata-mata frente a Botafogo.
Almada celebra su gol. REUTERS.
El último gol que SP había recibido por Copa Libertadores fue de Diego Coelho, delantero de Cobresal, el 8 de mayo de este año.
El gol de Thiago Almada a San Pablo
Thiago Almada –