Christian Castillo, diputado nacional por el PTS en el Frente de Izquierda Unidad, intervino en la sesión de este martes 1° de octubre en la Cámara de Diputados para plantear una cuestión de privilegio.
“Quiero hacer una cuestión de privilegio contra el presidente Javier Milei y todo el Poder Ejecutivo por el ataque que están llevando adelante contra las universidades públicas” expresó el diputado. “Además, del ajuste que está llevando adelante el Gobierno, ahora anticiparon que vienen por el arancelamiento en las universidades públicas. Quieren destruir la posibilidad de que millones de jóvenes puedan acceder a las universidades“, agregó.
“Eso lo quisieron hacer en la década del 90 con la Ley de Educación Superior que impulsó Carlos Menem, pero no pudieron porque la enorme movilzación lo impidió. Mañana hay que copar las calles de todo el país con el movimiento universitario contra el veto presidencial de Milei al presupuesto universitario y todo el plan de ajuste del Gobierno“, finalizó.
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La intervención completa:
“Mi cuestión de privilegio es contra el presidente Javier Milei y todo el Poder Ejecutivo por el ataque que están llevando adelante contra las universidades públicas. No solo han pulverizado los salarios de docentes y no docentes, no solo han paralizado toda la obra pública en las universidades, y han afectado la ciencia y técnica, sino que ahora presentan un proyecto de presupuesto que elimina la obligación estatal de garantizar el 6% del PBI a educación. Además, anticipan la provincialización y el arancelamiento de las universidades públicas, buscando destruir la posibilidad de millones de jóvenes de acceder a la educación superior y debilitando la capacidad de acción de nuestras universidades públicas.
Este intento de arancelar las universidades no es nuevo. Ya lo intentaron en la década de los 90 con la Ley de Educación Superior impulsada por el presidente Menem. ¿Y sabe por qué no pudieron? Porque hubo una enorme resistencia por parte de estudiantes, docentes y no docentes, que impidió ese arancelamiento y permitió el crecimiento de la población universitaria basado en la gratuidad.
Nosotros somos críticos de muchos aspectos del sistema universitario: la asociación con grandes empresas, el arancelamiento en el posgrado, la falta de becas y de una orientación social que atienda las necesidades de los sectores populares. Sin embargo, lo que este gobierno busca es avanzar en la privatización de las universidades. Odia que millones de jóvenes puedan tener acceso a ellas.
Mañana veremos una movilización masiva en las calles de todo el país, repudiando este ataque y anticipando el rechazo al veto que el gobierno pretende imponer. También quiero señalar la responsabilidad de esta Cámara si Milei veta la ley. No puede repetirse el vergonzoso episodio de las jubilaciones, cuando diputados que habían votado a favor luego se retractaron. Los que se ausenten o se abstengan estarían facilitando que Milei utilice el veto, un instrumento medieval, feudal y antidemocrático, que exige dos tercios de la Cámara para revertirlo, lo cual va en contra de la soberanía popular.
Sabemos que la manera de quebrar el veto es con millones en las calles, y eso es lo que veremos mañana. No solo estarán los universitarios, también los aeronáuticos que luchan contra la privatización de Aerolíneas, los empleados públicos despedidos, los trabajadores de las fábricas como los del neumático, y todos los agraviados por este gobierno.
El movimiento estudiantil ha sido históricamente un motor de cambio, y hoy, en las universidades de todo el país, la juventud está tomando conciencia de la necesidad de defender la universidad pública. Además, no solo es cuestión de salir a las calles, sino de unirse a los trabajadores, como ocurrió en el Cordobazo, para enfrentar este plan de ajuste.
La juventud, tanto en Argentina como en el mundo, ha sido un sector sensible a las causas justas. En muchas universidades internacionales, los jóvenes han denunciado el genocidio contra el pueblo palestino, aunque algunos aquí intenten ignorarlo. El genocidio en Gaza, donde han muerto más de 40.000 personas, no puede ser minimizado, aunque algunos lo tomen con indiferencia.
Señor presidente, mañana en nuestro país habrá una gran manifestación. Sabemos que si el veto pasa, vendrán por el arancelamiento y la privatización de las universidades, pero si lo derrotamos, estaremos más fuertes para enfrentar este brutal plan de ajuste que afecta a millones de personas que luchan por pagar las boletas de luz, gas y agua.
¡Fuerza al movimiento universitario! Mañana, coparemos las calles de Buenos Aires y de todo el país.”