La interna en lo más íntimo de la cúpula de poder libertaria continúa horadando al gobierno de Javier Milei. Desgasta su gestión y sobre todo impacta en la campaña electoral cuando restan escasas semanas para los comicios nacionales que redefinirán el mapa de poder en el Congreso a partir del próximo 10 de diciembre.
Las feroces tensiones entre los vértices del “triángulo de hierro”, Karina Milei, la “hemanísima”, y el asesor comunicacional Santiago Caputo amenazan con poner al barco libertario que conduce Milei a la deriva. Los cruces ya son inocultables y nadie se preocupa por disimularlos.
La estrepitosa derrota en territorio bonaerense terminó de dinamitar lo que ya estaba roto. Cruces, gritos, operaciones cruzadas, amagues de salidas y un internismo incocultable que podría derivar en el repliegue de Las Fuerzas del Cielo, la banda digital que se respalda en Caputo a la espera del desenlace electoral.
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Pero la interna que se expande cada vez más como una mancha venenosa no solo impacta en los bandos de Karina y el asesor Caputo, sino que también golpea al propio Presidente, que esta semana decidió ponerse al frente de la “mesa política”. Fue un gesto que pretendió confirmar que a su hermana seguirá en el mismo lugar y también mostrar autoridad ante la severa crisis. El gesto no terminó de ordenar el mapa interno de poder.
Es por eso que mientras asciende el nuevo ministro de Interior, Lisandro Catalán, sigue en su lugar Eduardo “Lule” Menem, uno de los principales apuntados por el caso de las supuestas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis). Tanto es así, que recibió a Sebastián Pareja (el armador karinista bonaerense) y al gobernador de Chaco, Leandro Zdero en la semana.
La raquítica foto obtenida con tres mandatarios aliados contrasta con el encuentro desarrollado por Provincias Unidas el viernes en Río Cuarto. Catalán sumó fotos luego con Osvaldo Jaldo y con Gustavo Sáenz. Por ahora, solo gestualidades.
La interna libertaria es un todos contra todos. La muestra la aportó ayer Guillermo Francos. Señaló que la “nacionalización” de la campaña bonaerense fue un error. Un dardo dirigido a los estrategas electorales, pero con el aval presidencial. Milei había dicho que los “errores de la política” llevaron al oficialismo nacional a perder por casi 14 puntos en tierras bonaerenses. En el team digital que conduce Caputo hay desánimo. Caras largas y falta de contención ante las persistentes derrotas propinadas por el ala karinista. Tal vez, ese sea uno de los motivos del lanzamiento en redes sociales de una suerte de operativo clamor para señalar que el asesor comunicacional podría irse antes de octubre, generando una eventual hecatombe dentro de la Casa Rosada. Dicho escenario asoma por ahora lejano, pero que lo dejen trascender es todo un síntoma. Algunos en Las Fuerzas del Cielo amagan con armar un megaacto. ¿Una demostración de fuerzas para la interna? Así lo dijo Agustín Romo, jefe del bloque libertario en la Legislatura bonaerense.
Romo, un férreo caputista, se vio forzado la semana pasada a desmentir que no sería removido de la jefatura del bloque por Maximiliano Bondarenko, el recientemente diputado provincial electo por la tercera sección. Bondarenko fue incluido en la “mesa bonaerense”, pero Romo obtuvo el veto de Karina. Bondarenko es cercano a Patricia Bullrich por la agenda de seguridad, pero tiene vínculos con Pareja. Ayer, fueron muchos los referentes cercanos a la Secretaria General que salieron a bancar un tuit, posteado por un militante orgánico, que explicaba que Karina era “blanco” de ataques, porque en realidad lo que quieren detener son los cambios instrumentados por Milei. Una suerte de operativo clamor espontáneo para respaldar a “El Jefe”, en medio del silencio del trolls libertarios. Entre los varios que se sumaron, estuvo Santiago Oría y Gabriel Bornoroni, titular del bloque libertario en Diputados. La interna sumó a Manuel Adorni, quien salió a bajarle el precio al “Gordo Dan” en una entrevista, y dijo que no es funcionario del Gobierno. Pese a ello, cuando Adorni era candidato, supo estar largas horas en Carajo.