“El sistema previsional argentino ya colapsó”, lanzó el economista Nau Bernués en el programa “Comunistas”, por la pantalla de Bravo TV. Con el diagnóstico, descartó cualquier intento de mejora si es que no se implementan cambios estructurales profundos. La metáfora de una pirámide hueca marcó el tono de una discusión que expuso la fragilidad del modelo argentino de jubilaciones y pensiones y advirtió que el derrumbe trasciende las fronteras nacionales.
“El problema es mundial”, dijo Bernués, aunque en Argentina la creciente informalidad laboral y el descenso sostenido de la tasa de natalidad lo agudizan. Luego señaló que “la mitad de la economía está en negro” y que eso reduce de forma drástica los aportes. También explicó que el sistema previsional argentino se sostiene parcialmente con impuestos como el IVA, pero sostuvo que “no alcanza y no es viable a largo plazo”.
La economista Mercedes D’Alessandro coincidió, y subrayó que la verdadera causa del problema reside en el mercado laboral: “Solo una de cada diez mujeres llega a la edad jubilatoria con 30 años de aportes”, precisó. Según los datos que ofreció, el promedio de aportes para el 90% de las mujeres es de 12 años. En los varones, tres de cada diez tampoco reúnen los requisitos para jubilarse. “Si se recorta la moratoria previsional, se genera pobreza en la vejez”, advirtió en referencia al mecanismo derogado por la Ley Bases y cuyo restablecimiento obtuvo media sanción en Diputados el miércoles 4. Ahora deberá ser tratado por el Senado. Si lo ratificara, el Ejecutivo vetará la ley, según anticipó el Gobierno en reiteradas oportunidades.
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El conductor Juan di Natale planteó otro punto crítico: la suba en la expectativa de vida. “Vamos a tener que trabajar hasta los 90 años”, ironizó. Bernués propuso una salida que incluyera educación financiera desde la escuela. “Hay que enseñar a ahorrar, a invertir y a planificar la jubilación de forma individual”, sostuvo. Pero la especialista en comunicación política Eugenia Mitchelstein lo cruzó: “¿Cuánto puede ahorrar hoy un trabajador promedio?”. Bernués reconoció que el salario mínimo es “inexistente” y que un tercio de la población vive bajo la línea de pobreza.
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Sin embargo, insistió en la necesidad de sentar nuevas bases: “Si no, estamos pateando el problema para adelante”, observó. También comparó el sistema local con modelos como el 401(k) de Estados Unidos, cuenta de ahorros para pensión personal, de contribución definida y patrocinada por el empleador donde los aportes individuales se invierten con libertad y transparencia. “Las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) eran costosas y poco claras, pero al menos algo de dinero era de uno. Hoy ni siquiera eso”, concluyó.
LB / FPT