22, diciembre, 2024
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La doble moral del peronismo: Grabois y Guzmán amigándose, la UBA luchando

Este miércoles se juntaron para brindar una charla en la Facultad de Economía de la UBA. Juan Grabois había sido durísimo con Martín Guzmán por la legitimación de la deuda externa que el exministro de Economía de Alberto Fernández convalidó en su gestión. Recordemos, una deuda contraída por el gobierno de Macri, completamente ilegitima y considerada “odiosa” por varios juristas, que significó un festín para los grandes empresarios y la pobreza de un 40% con la que terminó la gestión peronista.

“Yo fui parte de boicotear al gran hijo de puta de Guzmán para poner al genio Sergio Massa. Yo no sé si eso estuvo bien, no sé si estuvo bien. Quiero reflexionar sobre eso si fue una buena estrategia hacer eso”, confesó después de que Massa perdió las elecciones. Aunque asume que aún mantiene diferencias en ese punto, el dirigente social ya desde el año pasado viene demostrando que su salto a la política fue el paso de tragar sapos a “si no puedo contra mi enemigo me uno a él”. ¿Qué valor puede tener la palabra de Grabois que primero cacarea en un lado y después (se “hace cargo”, como le gusta decir) pone los huevos en otro?

En el marco de las próximas elecciones, todo vale. El Papa Francisco ha llamado a la unidad frente a la crisis del peronismo y la ausencia de una alternativa frente al gobierno. Es evidente que el declive de Milei ha encendido los alarmas y Cristina ha sido la primera en dar un paso adelante con una carta hace pocos días, mostrándose capaz de unirse con “dios y con el diablo”. “Nadie sobra”, afirmó allí. En este caso, Grabois y Guzmán tienen llegada a Bergoglio, quien estaría fogoneando la alianza desde el Vaticano, en la cual ambos tienen ambiciones políticas para las elecciones. ¿Qué pueden esperar los trabajadores y las mayorías populares de quienes dejaron el país atado al pago de la deuda y con la pobreza picando en punta?.

En Económicas, Grabois coincidió que “La línea de la pobreza obviamente empieza a subir en 2014, en el gobierno de Cristina. Yo le empiezo a preguntar a distintas personas por qué empezó en 2014. Le pregunto a él (por Guzmán) y me dice: ’Fundamentalmente el problema era el déficit energético, el déficit fiscal y el déficit comercial, y todo eso era producto de que se sobresubsidiaban las tarifas”, admitió. “¿Se entiende? Hasta ahí vale”, siguió Grabois. “Le pregunté a Cristina. ¿Sabes lo que me dijo? Lo mismo. El problema fue que nos zarpamos con las tarifas y eso genera devaluación”. O sea, que el problema estuvo donde había un relativo paliativo para los sectores populares. Mientras que en ese año las principales empresas que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ganaron un 40% más que en el 2013, los salarios cayeron entre 5 y 10 puntos por debajo de la inflación.

Mientras Grabois y Guzman disertaban en pos de algún armado electoral del peronismo, de fondo se oía la protesta estudiantil contra los diputados que ratificaron el veto de Milei al aumento del presupuesto universitario. Es que la preocupación del peronismo, que dirige las principales organizaciones sociales y sindicales no es unir todas las luchas para que tenga más fuerza el enfrentamiento contra el plan de ultraderecha de Milei, que arranca derechos y mina el poder adquisitivo todos los días.

Mientras que el PRO, los radicales y algunos peronistas ayudan con los votos a que pase el ajuste y la pérdida de conquistas que costaron enormes esfuerzos de lucha de trabajadores y estudiantes, el resto de Unión por la Patria oficia de cómplice silencioso. Todo el trabajo actual está puesto en una nueva edición de la política del “mal menor”, como en 2018, cuando la movilización popular puso en jaque a Macri.

Hoy cuando comenzó una rebelión estudiantil que tiene el potencial de unirse a la lucha de los docentes, de los trabajadores de aerolíneas, de los jubilados y al reciente triunfo de los trabajadores de salud del Hospital Bonaparte que demuestran que es posible derrotar el plan motosierra del gobierno… Grabois quiere “reflexionar”.


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