Tras la derrota del 18 de mayo, donde el PRO no llegó al 16%, además del gurú catalán, Antoni Gutiérrez Rubí, el otro apuntado fue el secretario de Gobierno, César “el Tuta” Torres, un histórico dirigente amarillo del sur de la Ciudad que navegó las aguas bonaerenses como diputado provincial, siempre de la mano de Jorge Macri.
Torres cosechó enemistades manifiestas dentro del gabinete y también con el territorio, es decir con los comuneros, donde se suponía que el PRO podía sacar diferencia en las elecciones. Horas antes de la elección se jactaba de haber conseguido más de 10 mil fiscales – muchos de la Provincia -. En el sur, su expertise política, los resultados fueron catastróficos, los peores de la historia del partido.
Tras un mes de negociaciones arduas, el jefe de Gobierno decidió desplazarlo de su cargo. Por estas horas se decidirá si queda como funcionarios en algún organismo descentralizados o si, como le dijo a varios funcionarios, se va al “sector privado”.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
La salida tiene el aval – y acaso el impulso también- tanto de Mauricio Macri como de Daniel “el Tano” Angelici. El cambio, según destacan en Parque Patricios, cambia el sistema de relación con los comuneros, pero también con parte de los aliados políticos. El expresidente, que mira la Ciudad siempre de cerca, no ahorró críticas a Torres tras la derrota electoral.
Por su lado, en estas horas también, Torres le mandó un mensaje a los 15 presidentes de las Comunas, con quienes trabajó – y se peleó -.
La carta de despedida dice textualmente:
Queridas y queridos presidentes de comunas de la Ciudad de Buenos Aires:
Quiero expresarles mi sincero agradecimiento por el trabajo compartido a lo largo de este tiempo.
Cada uno, desde su responsabilidad, ha contribuido al desarrollo de políticas públicas que impactan directamente en la vida de millones de vecinos.
En este camino de gestión, diálogo y compromiso, valoro especialmente la vocación de servicio, la disposición al consenso y la mirada puesta en el bien común que muchas veces nos reunió.
No hay tarea pública que sea sencilla, y sin embargo, el esfuerzo colectivo permite sostener la esperanza en una Ciudad más justa, moderna y solidaria.
Por estas horas estoy dejando el cargo de secretario de gobierno y vínculo ciudadano para retomar desafíos personales y profesionales, aunque seguramente siga vinculado a las políticas públicas y claro está a la vida política de este país.
Ojalá volvamos a cruzarnos con el mismo espíritu de respeto institucional y colaboración democrática.
Gracias por su dedicación, su paciencia, su compromiso y por haber sido parte de este tiempo compartido.
Les dejo mi abrazo cordial y respetuoso
Por su lado, su reemplazante es Ezequiel Sabor, quien renunció al Banco Ciudad en estos días, donde ocupaba una silla en el directorio. Se trata de un histórico dirigente amarillo: fue subsecretario de Trabajo del expresidente cuando era jefe de Gobierno y luego ocupó, en Nación, la secretaría de Trabajo y la embajada en México. Además de ser un colaborador clave del jefe de Gobierno, mantiene vínculo asiduo con el expresidente y con Angelici.
Otros cambios
A todo esto, también está en análisis aun reestructuraciones y cambios. Por caso, en Uspallata evalúan la conveniencia de mantener el ministerio de Desarrollo Económico. Ya cuando Jorge Macri echó a Roberto García Moritán se había pensado en detonarlo y dividir las áreas entre jefatura de Gabinete y Hacienda. En ese entonces Guillermo “Willy” Romero, uno de los consejeros más añejos del jefe de gobierno, recomendó no deshacerse del ministerio y allí recaló, largos meses después, Hernán Lombardi, quien venía desempeñándose como diputado nacional.
Hoy ese ministerio vuelve a estar en la mira de una posible reducción de cargos. ¿Lombardi ocupará su banca como legislador electo finalmente sin ministerio a su cargo? Una jugada que choca con el acuerdo que Jorge Macri selló hace diez días con “el Tano” Angelici, adelantado por PERFIL este domingo, a quien le pidió que se haga cargo de las relaciones políticas y de la Legislatura porteña. Para ello deberían renunciar dos legisladores electos, al menos, para que ingrese el radical Lautaro García Batallán, hombre del “Tano”, quien ocupó el octavo lugar. Compleja ingeniería política.
Paralelamente, la vicejefa Clara Muzzio decidió nombrar a Sofía Torroba a cargo de un área sensible: la subsecretaría de Discapacidad. Se trata de la segunda persona que ocupa ese lugar desde que fue creado a fines del año pasado. El plan de Discapacidad fue lanzado en noviembre de 2024 y tiene varios ejes clave, entre ellos la baja de impuestos a aquellos comerciantes que contraten personas con desafíos.
Sin experiencia en esa materia, aunque funcionaria todoterreno, Torroba es una persona de confianza de Carolina Stanley, Asesora Tutelar y exministra de Desarrollo Social nacional, y viene de ser una dirigente territorial del larretismo cuando trabajó en una agrupación social que se desarrolló, sobre todo, en el conurbano bonaerense. También ocupó el área de Tercera Edad y, hasta ahora, la de Responsabilidad Social.
Por su lado, Stanley se transformó en una consejera habitual de la vicejefa.