Basada en hechos reales que ocurrieron durante la década del ’80, la serie de Netflix Ciudad Tóxica cuenta la historia de madres que, tras descubrir que sus hijos nacieron con deformidades debido a los residuos tóxicos de una planta en Corby, lucharon durante años por la justicia.
“Nadie me hacía caso, sólo soy una mamá, tuve que obligarlos a escucharme”, así inicia la serie de cuatro capítulos, escrita por Jack Thorne. Protagonizada por Jodie Whittaker (Susan McIntyre) y Aimee Lou Wood (Tracey Taylor), narra la historia de diversas madres afectadas por la contaminación de una planta industrial.
Aunque sus realidades y trabajos son distintos, todas tienen algo en común: sus hijos nacieron con deformidades en las extremidades superiores. Esta producción británica de Netflix recibió buenas críticas por parte de los espectadores. ¿En qué se parece la adaptación de la serie a la historia real?
La historia real que fue adaptada para la pantalla de Netflix
En 1979, British Stell anunció su cierre y se perdieron alrededor de 10.000 empleos en esta fábrica de acero en Corby, para evitar que la ciudad muriera se lanzó un proyecto de recuperación de las tierras de la acerera.
British Steel Corporation demolió las obras y los métodos para recuperar el terreno estaban en marcha. Este proyecto de regeneración urbana implicó trasladar millones de toneladas de residuos contaminados a la cantera Deene, en las afueras de la ciudad, con un tráfico de hasta 200 vehículos diarios. Los residuos tóxicos se transportaban en camiones abiertos, derramando barro sobre las calles, el barro que luego secaba liberaba enormes cantidades de polvo al aire. Entre 1989 y 1999 se produjeron nacimientos con defectos congénitos.
Lo que padecieron las mujeres de Corby fue recreado a la perfección
Las actrices declararon que antes del rodaje tuvieron varias entrevistas con las víctimas de la historia real, con el objetivo de hacer que la adaptación fuera lo más parecida posible. Si bien en la historia real hay muchas mujeres involucradas, la serie decidió enfocarse en solo tres mujeres. Al principio se narra la historia de Susan McIntyre y Tracey Taylor.
En 1995, Susan McIntyre quedó embarazada de Connor, quien nació con deformidades en su mano izquierda. A medida que crecía, pasó por varias cirugías para mejorar la funcionalidad de su mano. Aunque en la historia real Susan es madre soltera, en la serie el padre abandona a la familia tras el nacimiento y regresa cuando ve a Susan y Connor en la televisión.
En 1996, Tracey Taylor dio a luz a Shelby, quien al principio parecía sana, pero luego los médicos descubrieron malformaciones en sus órganos internos. Aunque había una esperanza en una cirugía que le salvara la vida, tenía sólo un 5% de posibilidades de éxito, los padres decidieron desconectar a Shelby del soporte vital, y ella murió a los tres días. Tras esta tragedia, Tracey tuvo dos gemelos sanos, Brandon y Callum, y más adelante, un hijo llamado Dominic.
Otra de las historias reales que Netflix abordó fue la de Maggie Mahon (Claudia Jessie), una madre que vivió una experiencia similar. En el caso real, Margaret Mahon era demandante y su pareja, Derek, trabajaba como camionero para la planta Weldon en la cantera Deene y en otras instalaciones de la British Steel Corporation. En 1997, Margaret dio a luz a su hijo Samuel, quien nació con pie zambo (el pie en lugar de orientarse hacia delante y tener la forma de un pie normal, se orienta hacia abajo y gira hacia dentro).
La intervención del periodismo le pone fin a la incertidumbre
Antes del llamado del periodista las madres estaban desorientadas, quienes inicialmente se culpaban a ellas mismas por esto, muchas de ellas vieron a sus hijos sufrir a lo largo de toda su niñez. Esto se refleja mucho en la serie. La respuesta llegó cuando el periodista Graham Hind, del Sunday Times, se comunicó con Susan.
Graham llegó a casa de Susan y le preguntó sobre la deformidad de su hijo y sugiriendo que podría estar causada por los residuos tóxicos de la acería de Corby. Junto con su colega periodista Stephen Bevan, Graham fue el primero en entrevistar a las tres madres y publicar un informe que establecía una relación entre las deformidades de los niños y los depósitos de residuos contaminados. El informe confirmaba que los nacimientos con malformaciones no eran una coincidencia, sino el resultado de una exposición peligrosa a los residuos industriales.
El largo proceso legal
En Ciudad Tóxica, la resolución del caso parece rápida, pero en realidad, la batalla legal duró años, con estudios científicos y declaraciones de expertos, que fueron clave para ganar el juicio y difíciles de conseguir. Recientemente, el Sr. Collins, el abogado interpretado por Rory Kinnear en la serie, comentó a la BBC que el caso de los residuos tóxicos debería presentarse de manera más completa al público más allá de lo que muestra la serie, aunque no critica la producción de Netflix.
Este proceso legal por el que pasaron las madres de Corby duró alrededor de 9 años y ganaron 14 millones de libras de compensación, aunque nadie tuvo una sentencia.