El 31 de agosto de 2023, el espectáculo argentino quedó marcado por la muerte de Silvina Luna a los 43 años, tras una larga internación en terapia intensiva. Su delicado estado de salud se vinculaba a intervenciones estéticas realizadas por Aníbal Lotocki, hoy condenado por “lesiones graves” contra varias pacientes. Sin embargo, a dos años de su partida, se conoció que el deceso de la modelo no formaría parte de la sentencia judicial que pesa sobre el cirujano.
El periodista Martín Candalaft, en el programa DDM, aseguró que la investigación por el fallecimiento de la actriz “no va a llegar a nada” y calificó la causa como “empantanada”. Según detalló, “como ya lo condenaron por las lesiones graves no lo pueden volver a investigar por la muerte. Se puede comprobar que esas lesiones graves llevaron a Silvina a la muerte, pero no lo pueden volver a investigar por algo por lo que ya lo condenaron”.
Actualmente, el médico recibió ocho años de prisión por los daños ocasionados a cuatro mujeres: Silvina Luna, Pamela Sosa, Gabriela Trenchi y Estefanía Xipolitakis. A esto se suma otra causa judicial en la que se lo vincula con la muerte de Cristian Zárate. No obstante, el fallecimiento de la modelo no se incluiría como agravante en la condena ya dictada.
El abogado Mauricio D’Alessandro fue categórico al analizar el fallo: “Está siendo investigado por un delito; si eso después provoca la muerte, todo queda tipificado como lesiones graves. No se puede cambiar la calificación. No se puede agravar la condena por la muerte posterior”, explicó el letrado, dejando en claro que la Justicia no avanzará sobre ese punto.
EL CASO DE SILVINA LUNA
En este contexto, el caso expone un vacío legal que genera indignación en el ámbito mediático y social. El hecho de que la muerte de una figura pública, vinculada directamente a intervenciones médicas, no modifique la situación procesal del profesional acusado, plantea dudas sobre los alcances de la normativa vigente y sobre la capacidad de la Justicia para dar respuestas a la sociedad.
Los documentos judiciales también dan cuenta de las intervenciones. En uno de ellos se consigna: “La primera intervención a Silvina Luna, según la ficha de ‘Full Esthetic’ suscripta por el imputado, se realizó el 3 de octubre de 2011. Consistió en una lipoaspiración en diversas zonas y la aplicación de su resultado con cien centímetros cúbicos de PMMA”. El mismo expediente detalla nuevas inyecciones en los meses posteriores, prácticas que habrían afectado gravemente la salud de la actriz.