En diálogo con Canal E, el economista Luis Palma Cané cuestionó con firmeza la interpretación oficialista sobre la reciente licitación de deuda y alertó sobre las señales confusas que se emiten desde el Gobierno.
Análisis crítico al “optimismo oficial”
“No entiendo cómo alguien puede decir que es positivo“, mencionó el entrevistado al referirse al rollover del 58,87% logrado por el Gobierno en su última licitación de Lecaps y Boncaps. A diferencia de la lectura oficialista, el analista económico sostuvo que “internacionalmente, un rollover satisfactorio supera los vencimientos” y que lo ocurrido “no es un buen síntoma”.
“La prueba está en que las licitaciones anteriores, incluso en Argentina, lograban un rollover superior al 100%”, afirmó. Para Palma Cané, una renovación inferior indica que el Estado debió cubrir el déficit con emisión monetaria, lo que impacta directamente en el mercado. “Hay que prestar atención a esos pesos que se vuelcan al mercado”, subrayó, y criticó la liviandad con la que se justificó esta maniobra: “Me alegro que piensen eso, yo no sé de dónde lo sacaron”, ironizó sobre la explicación oficial que la consideró “razonable”.
“El peor enemigo es la incertidumbre”
Para Palma Cané, las declaraciones excesivamente optimistas pueden volverse en contra. “Lo peor para un sistema económico es la incertidumbre”, advirtió, y remarcó que los mercados no responden bien a lecturas alejadas de la realidad. “No se puede ser ni pesimista ni optimista cuando se habla del mercado, hay que ser objetivo”, dijo, enfatizando la necesidad de cautela en las comunicaciones del Gobierno.
“Ese optimismo se puede volver un arma en contra”
El economista destacó que el impacto en futuras licitaciones y el acceso al crédito externo depende del nivel de riesgo país, y criticó la idea de tomar como objetivo los 500 puntos básicos. “¿Por qué 500 y no 480 o 520? Es totalmente arbitrario”, cuestionó. Con tasas de interés del orden del 10-11%, consideró que salir al mercado sería una decisión especulativa. “Yo no recomendaría ir al mercado de capitales con estos niveles de tasa”, sostuvo.
Además, recordó que “aumentar reservas es condición necesaria, pero no suficiente” para una mejora sostenida. En ese sentido, criticó las declaraciones del vicepresidente del Banco Central sobre la supuesta abundancia de reservas: “La verdad que no es comprensible… El Banco Central tendría que aclarar qué quiso decir”, reclamó.
Inversiones: aún falta confianza estructural
Consultado sobre la llegada de inversiones genuinas, Palma Cané fue categórico: “La realidad indica que no están entrando dólares para inversión directa”. Aunque destacó algunos avances, como la baja de la inflación y el equilibrio fiscal, subrayó que aún faltan reformas clave.
“Los inversores se preocupan por el tema sindical, las indemnizaciones, el agujero previsional”, enumeró. Consideró que sin reformas laborales, fiscales y previsionales estructurales, “no se puede lograr un crecimiento sostenido”. Y fue más allá: “Sin inversión no hay crecimiento, y sin crecimiento no se puede reducir el desempleo ni la pobreza”.
Inflación: entre recesión y ajuste monetario
Respecto a la baja de la inflación, el economista aseguró que obedece principalmente a dos factores: ajuste monetario y recesión. “La inflación es un fenómeno monetario, y en Argentina se bajó la oferta de dinero al dejar de emitir”, explicó. Sin embargo, alertó sobre la necesidad de no minimizar los efectos negativos del ajuste: “El consumo baja porque el ingreso real cayó, y si el consumo baja, los precios se estabilizan”, dijo.
Finalmente, rechazó de plano los discursos triunfalistas sobre recuperación económica. “No hay prácticamente actividad. No sé de dónde sacaron que hay 12 millones menos de pobres”, concluyó.