El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, y el CEO de Eni, Claudio Descalzi, firmaron este viernes en la ciudad de Roma un acuerdo para avanzar en una de las fases de “Argentina LNG”, un proyecto que busca exportar el gas de Vaca Muerta. El acto contó con la presencia del presidente Javier Milei, junto a su par de Italia Giorgia Meloni. El Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI) impulsado por el gobierno concede múltiples beneficios para las petroleras.
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La iniciativa conjunta abarca la producción de gas natural en Vaca Muerta, el transporte, la licuefacción y la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) en un plazo de 20 años. El objetivo es instalar en Río Negro dos unidades flotantes de gas natural licuado (GNL) de 6 millones de toneladas por año (MTPA) cada una. Se prevé que el primer barco empezará a estar operativo en el año 2029.
El proyecto “Argentina LNG”, liderado por YPF, incluye en sus tres etapas a compañías nacionales e internacionales como Shell, ENI, PAE, Pampa Energía, entre otras y tiene como objetivo exportar gas por U$S 15.000 millones anuales durante 20 años de manera constante desde el 2031. La Decisión final de Inversión (FID) se espera que se concrete en diciembre próximo.
Fuerte impacto en las aguas y costas del golfo
Comunidades y asambleas ambientales advirtieron que el RIGI puede implicar la prioridad para el uso del agua para las empresas aún cuando existiera escasez de ese bien. En el caso del GNL es importante porque la exportación implicaría un incremento en el fracking en Vaca Muerta, que consume hasta 140 millones de litros de agua por pozo.
El proyecto de GNL implica profundizar la expansión hidrocarburífera, así se perpetúa la matriz energética fósil y obturando toda transición. Para llenar los caños, el fracking en Vaca Muerta tendrá un salto. Eso quiere decir que habrá peligro de derrames; la contaminación de enormes volúmenes de agua de forma irremediable con productos químicos tóxicos; los basureros petroleros a cielo abierto; los sismos inducidos afectan a Sauzal Bonito, Añelo, Rincón de los Sauces y hasta Auca Mahuida; y avanza el avasallamiento a la población rural y las comunidades del pueblo mapuche.
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Además este proyecto pactado por Milei y Meloni se impulsa sin consulta a las comunidades, sin estudios de impacto ambiental completos y sin licencia social. Una plataforma flotante de este tipo significa tránsito constante de megabuques metaneros, riesgos de derrames, contaminación acústica, alteraciones térmicas del agua y afectación directa sobre una de las regiones con mayor biodiversidad marina del país. Se avanza sobre nuestros bienes comunes naturales con el aval del gobierno y el empresariado.
Javier Milei busca una reestructuración regresiva del país a imagen y semejanza del capital imperialista. No hay salvación con el modelo extractivista, los dólares se van para pagar la hipoteca de la deuda externa a costa de sacrificar el ambiente.
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