23, diciembre, 2024
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Que la gente crezca: el otro triunfo de River en su semana mágica

Mágico. En River hay mucho más que festejar que un superclásico de visitante y una serie de Copa. La semana onírica que Gallardo celebró, la de la confirmación del ticket a las semifinales de la Libertadores con el triunfo sándwich -y a domicilio- frente a Boca, incluyó otro motivo para alegrarse: que aquellos jugadores que tenían por delante un examen duro para estar a la altura de la cátedra,lo aprobaron. Y al mismo tiempo que ampliaron la base de sustentación del Muñeco, también certificaron que la brecha entre titulares y suplentes ya no es tan ancha.

Ese grupo que hasta hace dos meses era ancho en dimensiones aunque más corto en competitividad ahora se balanceó por la recuperación de valores que hasta hace poco parecían estar destinados a papeles de reparto. Y cuyos rendimientos registraron estallidos de supernova en la “semana mágica” que se completó ante Colo Colo.

Aquello que ya había ocurrido con Matías Kranevitter, el primer rezagado que supo capitalizar su oportunidad de mostrarse, se dio con Manuel Lanzini. El derbi le sirvió de clic a 95 días de finalizar su contrato con River. Tanto el gol de la victoria como su rendimiento per sé: vigorizado, con el foco justo, con la tensión adecuada.

El Lanzini de la Bombonera brilló (Marcelo Carroll).El Lanzini de la Bombonera brilló (Marcelo Carroll).

Un juego a la altura del manual de estilo y de las expectativas que había generado su vuelta en 2023, y que hizo que de ahora en más una eventual titularidad hasta se celebre como una garantía. Algo posiblemente impensado hace unos pocos partidos.

Colidio, a la altura

El clásico en la Bombonera fue una especie de Cabo Cañaveral para Manu. El #10 despegó como, por caso, Facundo Colidio.

Un extremo al que -si bien había tenido buenos rendimientos- le faltaba un cruce de alta gama y con tintes consagratorios. Y que lo tuvo entre el sábado y el martes: contra Boca deslumbró por su electricidad y su concentración mientras que versus Colo Colo a todo aquello le agregó el gol decisivo. Desplazando al banco al Diablito Echeverri, titular hasta el partido de ida en Chile que no volvió a sumar minutos.

Colidio y, detrás, Pirez: dos que aprovecharon su oportunidad (AFP).Colidio y, detrás, Pirez: dos que aprovecharon su oportunidad (AFP).

Aprovechó su oportunidad. Dio la talla, Facu, como también Leandro González Pirez. Un central valioso aunque por momentos cuestionado por su coqueteo con los guardrails pero que certificó que puede ser un back confiable. Porque no hizo extrañar a Paulo Díaz y porque en la Bombonera fue solvente ante el dúo Merentiel-Cavani. Manejando la presión del contexto deportivo y de su propio test: una pifia podría haber sido condenatoria.

El stalkeo de las redes permite verificar que algo cambió. Que los hinchas vuelven a elogiar a un Nicolás Fonseca hasta hace poco generaba bufidos pero que después de su personalidad para jugar su primer clásico de visitante ahora llegó a ser apodado Fonsekroos.

Una chanza exagerada pero que dimensiona el nivel de confianza que la gente le tiene al uruguayo por encima de un Rodrigo Villagra que aún no logró sumarse al lote, sabiendo que el mercado de verano, si no logra cuajar en la horma, podría ser el de su éxodo.

Un caso opuesto al de Adam Bareiro. En sus 57’ ante Boca, el ex San Lorenzo demostró que es capaz de sacrificarse por el resto. Y que físicamente está fino para imponerse en el mano a mano, un estilo de juego para el que parece algo más ducho que Miguel Ángel Borja.

Miguel Ángel Borja junto a un Bareiro filoso (REUTER).Miguel Ángel Borja junto a un Bareiro filoso (REUTER).

La gente se lo reconoció. Del mismo modo que celebró que Enzo Díaz alcanzara los estándares de aquel lateral al que River fue a buscar. Y que si bien está en otra escala en relación a Marcos Acuña, hoy volvió a ser una opción valiosa.

El Muñeco festeja. Porque durante la mini pretemporada de Pilar, ogró nivelar físicamente al plantel pero también pudo a ayudar a quienes querían “recuperarse”. Un desafío que Olé supo adelantar. Y que resultó exitoso.

Porque quienes venían relegados aprovecharon la oportunidad. Y así, se sumaron al abanico que ya integran los inamovibles que se incorporaron en el mercado (Meza, Acuña, Pezzella, Bustos).

Cada vez son más. Que la gente creza, pues…

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