El mundo del ajedrez fue testigo de un momento inolvidable durante la sexta ronda del Norway Chess 2025. En un duelo cargado de tensión y expectativa, el joven prodigio indio Gukesh Dommaraju logró una histórica victoria frente a Magnus Carlsen, el número uno del mundo, en su propio país y ante su gente.
El desenlace fue tan inesperado como dramático: la caída del noruego provocó una reacción airada que evidenció la magnitud del golpe.
Desde el comienzo, Carlsen tomó la iniciativa con las piezas negras, capturó un peón central clave y llevó la ventaja durante gran parte de la partida. Las computadoras de análisis llegaron a marcar entre -2 y -5 en valoración, lo que representa una clara superioridad en el tablero, casi equivalente a tener una torre de más.
Todo indicaba que el ex campeón del mundo sellaría otra victoria más en casa, pero el ajedrez tiene sus propias reglas no escritas. En un momento clave, el experimentado se dirigió al confesionario del torneo y compartió con los espectadores su confianza en que Gukesh buscaría la victoria en lugar de conformarse con un empate.
“Sé que es ambicioso, pero estoy cómodo con mi posición”, comentó. Sin embargo, el tramo final de la partida demostró lo contrario: el noruego cometió errores decisivos en los movimientos 44 y 52, lo que permitió a Gukesh dar vuelta un resultado casi imposible.
El joven indio, que llegó a pensar en rendirse, eligió seguir jugando. Esa perseverancia le permitió dar el golpe en el movimiento 62, cuando Carlsen, al notar que había dejado escapar la victoria, golpeó la mesa con fuerza y derribó algunas piezas. Visiblemente molesto, estrechó la mano de su rival y se retiró del escenario diciendo “¡Ay, dios mío!”, en una escena que recorrió el mundo del ajedrez.
Luego del triunfo, Gukesh expresó su incredulidad por lo ocurrido. “Tuve suerte. Probablemente perdería 99 de cada 100 veces esta partida. Pero hoy no fue así”, afirmó con humildad. La gran maestra Tania Sachdev y la ex campeona Susan Polgar celebraron la hazaña y la catalogaron como uno de los momentos más sorprendentes del año.
A pesar de la derrota, el local continúa liderando la clasificación general del Norway Chess. Pero el mensaje fue claro: incluso en su ciudad natal, ningún jugador está a salvo ante el talento y la determinación de la nueva generación que pisa fuerte.
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