22/05/2025 23:32hs.
“Ya tenemos técnico, ya dio el sí”. La frase explota, sacude por la fuerza de esa noticia, confirma. Pero al mismo tiempo, abre la incertidumbre. Porque lo que sigue, no es la respuesta a esa incógnita, sino un misterio que es enemigo de la ansiedad de los hinchas y también de los periodistas. Pero es la realidad que se mantuvo hasta la noche de anoche, después de un día de mil especulaciones. “¿El nombre? Se va a saber cuando se firme el contrato”, fue la sentencia.
La información es complementaria pero no reveladora. Ratifica que hay un DT que dijo que sí y que tiene incluso su contrato en la mano, por lo que ya conoce las condiciones. Sin embargo, todo fue hasta ahí, no más de eso. La orden que Riquelme bajó en el predio de Ezeiza fue que no trascendiera el nombre hasta tanto no tenga la firma del entrenador elegido en ese vínculo establecido. Sabe que no puede fallar, que el horno no está para bollos ni menos para pasos en falso.
¿Y entonces? Por lo pronto, desde el Consejo sí se animaron a descartar a dos técnicos que en algún momento parecieron firmes candidatos: Tata Martino fue el primero; Gustavo Quinteros fue en estas horas. El ex Vélez, incluso, no paró de desestimar ofertas esperando un llamado que nunca llegó. Y así, la lista se redujo todavía más.
Gustavo Quinteros fue descartado en las últimas horas.
Los que siguen en pie
Y en ella, hay uno que permanece en una situación inédita, si se quiere insólita: Miguel Russo. A punto de jugar una semifinal el domingo y con la chance de jugar una final que se jugaría el otro domingo, el 1 de junio, su elección podría ir en contra del plan de Riquelme de presentar el DT el martes, cuando el plantel vuelva al trabajo (salvo que el Ciclón quede eliminado con Platense, claro).
Sin embargo, sigue siendo uno de los postulantes más firmes. Porque conoce el club, porque sabe ser piloto de tormentas (lo que Boca hoy necesita) y porque tiene una excelente relación con Román, quien siempre quiere sentir que todo está bajo su suela. Aun con la experiencia y autoridad de Miguel, ese vínculo le permitiría al presidente seguir teniendo el control remoto. O al menos, algunos botones.
Miguel dirigirá el domingo una semifinal. ¿Y si pasa a la final? (Mariano Morente)
Entonces, ¿será Miguel el favorito para tener su tercer ciclo en Boca? ¿Qué pasa si sale campeón con San Lorenzo? Aquí el panorama se abre en múltiples escenarios, pero ninguno lo aleja de por sí de su regreso a Boca. Por lo pronto, la mala situación económica e institucional del Ciclón implica que la posibilidad de salida se amplíen de par en par. De hecho, en Boedo no son pocos los que aseguran que Miguel no seguirá siendo el entrenador de San Lorenzo, esté o no Boca de por medio.
Para Riquelme, sin dudas, el regreso de Miguel implicará un reconocimiento al error de haber acelerado su partida en 2021, básicamente por no haber ganado la Libertadores. Miguel perdió en semifinales con Santos en 2020 y cayó en octavos en ese escandaloso final con el Mineiro, al año siguiente. En el medio, ganó tres títulos en ese segundo ciclo y eliminó a River en mata mata. Comparado con lo que vino después, parece un despido ridículo y mucho de eso hay…
Con Gabriel Milito out (arregló en Chivas) y Martino y Quinteros también afuera, el otro nombre que asoma y que estuvo en el radar más de una vez es Kily González. Sin la experiencia ni el recorrido internacional que se había establecido como el perfil buscado, a favor tiene que está sin trabajo, su empuje como DT creciente, su carisma, su cercanía a los jugadores, un pasado como jugador en el club y una buena relación con Román. ¿Le alcanza? Por lo pronto, está libre para firmar hoy mismo y asumir el martes, tal cual el plan original.
Kily está libre. Y nadie lo descartó. (EFE)
Después, ayer también sonaron Ruben Insua, hoy DT de Barracas, y hasta José Pekerman, por su vínculo histórico con el 10.
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