Una masajista de 65 años fue detenida en la localidad bonaerense de Puán acusada de extorsionar durante más de 18 meses a un cliente y vecino de su pueblo, a quien acosaba y amenazaba con divulgar una serie de fotos íntimas que había capturado sin su consentimiento durante una videollamada privada con él.
La aprehensión se concretó en las últimas horas y estuvo a cargo de la división de Delitos Complejos y Cibercrimen de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Pocos minutos después de la captura, la historia detrás de este hecho empezó a trascender.
Es que este caso resultó particularmente llamativo por los inusuales pedidos que exigía la mujer a la víctima cambio de no difundir sus imágenes privadas.
Según indicaron fuentes judiciales, los requerimientos de la sospechosa -identificada como S.M.D.- se dividían en dos aspectos. Uno era el económico (normal en estos episodios), pero el otro estaba relacionado con comestibles: pedía tortas, facturas y postres en general como parte de la extorsión.
En cuanto al primer punto, la mujer le exigía a la víctima grandes montos de dinero. La cifra rondaba entre los $10.000 y $50.000 y el hombre debía abonarlos si o si mensualmente, como si fuera un sueldo.
Sobre el segundo, y más llamativo, fuentes judiciales señalaron que la sospechosa también le pedía insistentemente postres y tortas de panadería, los cuales debía enviárselos a su vivienda.
A esto se le suma que, amenazado con la difusión de sus fotos, el hombre también se vio obligado a comprarle electrodomésticos y celulares exigidos por su extorsionadora.
“Lo amenazaba desde mediados de 2023, hasta fines de 2024. En ese tiempo la víctima ha llegado a hacer muchas trasferencias de dinero”, aseguró a este medio una fuente con acceso a la causa.
Hacia el final de 2024, la víctima se cansó de la situación e hizo la denuncia a las autoridades. En consecuencia, se abrió una investigación por “extorsión por chantaje y amenazas” a cargo del fiscal de la UFIyJ N.º 20 de Bahía Blanca, Rodolfo De Lucía, y Ricardo Gutiérrez, del Juzgado de Garantías N.º 3.
En este marco, se ordenaron una serie de tareas de rigor y a fines de diciembre se ordenó un allanamiento en el domicilio de la sospechosa, donde personal de la división de Delitos Complejos y Cibercrimen de la Policía de la Provincia de Buenos Aires secuestraron elementos de interés que confirmaron los hechos investigados.
Tras realizar las respectivas pericias a los objetos incautados, incluyendo varios celulares y dispositivos electrónicos, el magistrado otorgó en las últimas horas una nueva orden de registro en la casa, donde finalmente se concretó la detención de la mujer.