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La industria maderera en crisis,busca medidas urgentes del Gobierno

El sector, uno de los más importantes en términos de economías regionales, se enfrenta al colapso debido a la retracción del mercado interno, la paralización de la obra pública, el aumento de los costos y la falta de financiamiento. Entidades solicitan reactivación de la inversión estatal y un tipo de cambio competitivo, para preservar la estabilidad de familias y empresas en todo el país.

05-POLITICA

La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima) alertó sobre la grave situación que atraviesa el sector, con fábricas que operan a menos del 50 por ciento de su capacidad instalada.
La entidad remarcó que este nivel de inactividad refleja una crisis estructural que, sumada a la fuerte caída de la demanda interna y el estancamiento de la obra pública, está empujando a numerosas empresas al borde de la quiebra y generando una reducción significativa del empleo.
En ese tono, subrayó que la consecuencia inmediata es el deterioro del entramado social y económico de las regiones donde la forestoindustria tiene un papel central.

FACTORES
CONDICIONANTES

Desde Faima advierten que el contexto actual está condicionado por una serie de factores adversos que se retroalimentan.
Subrayan que la paralización de la obra pública, uno de los principales motores históricos de demanda para la madera, ha frenado por completo la actividad en muchas plantas industriales.
«El consumo se contrajo de forma alarmante», sostuvo Fernando Couto, director ejecutivo de Faima, al señalar que la escasez de proyectos estatales generó un desplome en la demanda agregada.
A esto se suman otros obstáculos estructurales que afectan especialmente a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), como la presión tributaria, los altos costos logísticos y las dificultades para acceder al financiamiento productivo.

EXPORTACIONES

Desde una perspectiva macroeconómica, también se evidencia un tipo de cambio poco competitivo que impacta negativamente en las exportaciones del sector.
La venta de productos madereros al exterior, que tradicionalmente equilibraba la actividad frente a las oscilaciones del mercado interno, se ha visto fuertemente afectada por esta variable.
La caída simultánea del consumo doméstico y del comercio exterior dejó a la industria sin sus dos pilares fundamentales.
Couto subrayó que la actividad maderera depende de una articulación eficiente entre el mercado interno y el externo. La actual retracción en ambos frentes ha colocado a las empresas en una situación de máxima fragilidad. «Sin medidas inmediatas, se perderán capacidades productivas que costaron décadas construir», advirtió.

Impacto en las economías regionales

Desde el sector, subrayan que provincias como Misiones, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Santa Fe y Santiago del Estero, donde la industria maderera tiene un papel fundamental, son las más afectadas por la crisis.
Remarcan que en estas regiones, las fábricas de madera representan un motor económico que sustenta miles de puestos de trabajo y provee de recursos a muchas comunidades.
Del mismo modo, Ricardo García, de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (Apicofom), destacó que «muchas empresas venden por debajo del punto de equilibrio para sobrevivir, pero ya no hay rentabilidad».
El empresario subrayó que esta situación ha puesto en jaque la continuidad de muchas firmas, lo que podría resultar en una pérdida masiva de empleos y una debilitación económica de las localidades afectadas.

Propuestas para
evitar el colapso

Faima remarca que es necesario implementar medidas urgentes por parte del Gobierno nacional para evitar que el sector colapse.
Entre las propuestas destacadas están la reactivación de la obra pública, que podría generar una nueva demanda de insumos nacionales, un tipo de cambio competitivo que favorezca las exportaciones y un acceso más flexible a líneas de crédito productivo.
«El tiempo de las advertencias ya pasó. Ahora hacen falta decisiones urgentes», aseguró Couto.
También, que es un deber ejecutar políticas que favorezcan el consumo interno, para estimular la producción y generar empleo en las regiones más afectadas.

El futuro del sector
foresto-industrial

A largo plazo, la industria foresto-industrial enfrenta una serie de desafíos adicionales, entre ellos la falta de inversiones y de políticas sostenibles que favorezcan el desarrollo de los bosques cultivados, cuya gestión es crucial para la actividad.
Argentina cuenta con 1,2 millones de hectáreas de bosques cultivados, en su mayoría de pino y eucalipto, pero la falta de apoyo institucional para fomentar su explotación sostenible podría limitar el crecimiento del sector.
Actualmente, el sector cuenta con 988 empresas, según los datos de 2022, pero el crecimiento en el empleo ha sido prácticamente nulo.
La caída de la producción, que se estima en un 40 por ciento, pone en peligro miles de puestos de trabajo en todo el país.
Desde el sector, subrayan que la situación requiere de una respuesta rápida y efectiva que permita preservar la estructura productiva construida durante décadas.

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