Hay varios atractivos que convierten a Paso de los Libres en una muestra provincial del armado electoral. Por un lado, al Intendente se le achaca el haber usado el «dedo» para ubicar a Miguel Arias como candidato del PJ de Ottavis. Fue así que la dirigencia catapultó a la figura de «Tata» Sigillo, que ya se lanzó al ruedo por el Ejecutivo municipal. Por otro lado, el radicalismo. El ricardismo primereó con la postulación orgánica de ECO a través de «Dardi» Schiro. Y por el valdesismo la cosa se pone mejor. Son tres los potables que demandan al Gobernador que deshoje la margarita para que defina quién correrá con los colores del oficialismo. Un escenario variopinto que todavía espera por la arremetida de los conservadores y de los libertarios, que todavía no decidieron qué cartas mostrar.
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Paso de los Libres se instaló, en este primer tramo de campaña, como uno de los escenarios más interesantes en cuanto al armado político electoral. Así se destacó el domingo pasado en EL LIBERTADOR y así lo vienen demostrando los distintos movimientos observados en el territorio fronterizo.
Se trata del principal distrito que mantiene, hasta el momento, el Partido Justicialista (PJ), en un contexto en el que el peronismo apenas cuenta con 6 municipios, siendo este el más relevante en cuanto a tracción de votos.
En este marco, Martín «Tincho» Ascua -imposibilitado de ser reelegido- fue colocado por el «cristino-camporismo» para ir por la Gobernación en un entuerto orgánico que hasta hoy recorre los corrillos judiciales y genera amplio rechazo de las bases de toda la provincia. Incluso así, decidió imponer a Miguel Arias para su reemplazo como intendente.
Casi de inmediato, un amplio sector partidario salió al cruce de la mano de «Tata» Sigillo, ex funcionario de la Comuna que, ante diferencias marcadas por el manejo de los Ascua, decidió dar un paso al costado y emprender el derrotero hacia el Ejecutivo municipal.
Días atrás encabezó el acto para la inauguración de la sede de su sector, convocatoria que sorprendió por la masividad de la concurrencia.
ERRORES
NO FORZADOS
Todo este desmanejo expuesto, teniendo en cuenta además que se trata del posible primer candidato del PJ, adquirió relevancia provincial, mostrando además que debido a la desidia dirigencial (no sólo libreña) este bastión justicialista quedó debilitado.
En este contexto no sólo el justicialismo es el que pide pista para dirigir el Municipio. Está el radicalismo, que también está dividido. En este caso, entre valdesistas y ricardistas.
ECO primereó
Por el lado del espacio del ex gobernador, Ricardo Colombi, metido de lleno en una campaña para regresar al Sillón de Ferré con el sello de ECO, apareció Eduardo «Dardi» Schiro.
Hasta el momento, podría decirse que es el único dirigente que tiene su candidatura validada por las bases, a nivel asambleísta, votado, no de manera unánime, pero por mayoría.
Se diferencia, por ejemplo, del caso de Miguel Arias en el peronismo, que fue impuesto por «Tincho» a «dedo», tal como se grafican ahora las maniobras del PJ provincial ante la constante intromisión desde Buenos Aires para digitar las estrategias electorales.
Schiro encabezó días atrás una reunión de trabajo con referentes de ECO Libres y les pidió que transmitan «la visión de construir horizontalmente».
Con su equipo definieron la planificación y organización de tareas del próximo paso: la inauguración de la sede partidaria.
«Dardi» remarcó la importancia de salir «a escuchar a los vecinos para que sean ellos los que planteen sus problemas; y así, juntos, podamos trazar proyectos para superarlos».
¿Y el radicalismo?
En el radicalismo hay hoy tres jugadores. Una es Ana Miño, la libreña que correría con el caballo del comisario y la que recogería más aceptación, más allá de que se trata de una dirigente que tuvo su paso por el PaNu y por el canterismo.
A esta moción se interpone una línea dura de radicales que no digirió hasta el momento la candidatura de Miño, justamente por su cambiante pasado dirigencial.
En pocas palabras, le cuestionan el sentido de pertenencia al radicalismo para ser la candidata del Intendente.
En este esquema está Susana Espinosa, que es la directora del hospital de Libres, que se presenta como la cara de la militancia radical, el sentido radical, el sentimiento radical.
La tercera figura que aparece es un referente de Vamos Corrientes, Agustín Faraldo, que fue el candidato a viceintendente en la última elección, compañero de fórmula de Rodolfo «Yeyé» Schiro.