19, abril, 2025
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Sarampión, un llamado de alerta para los sistemas sanitarios

El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa, incluso a veces se torna letal. Los casos de mayor gravedad se dan en niños menores de 5 años y personas con inmunocompromiso o desnutrición. La única manera de prevenirla es con la vacunación.

Tanto el ministro de Salud de la Provincia de Corrientes, Ricardo Cardozo, como la directora de Epidemiología, Angelina Bobadilla, resaltaron la importancia de la prevención y el cuidado para con esta patología.

Gracias a la vacunación sostenida, Argentina eliminó la circulación endémica del virus de sarampión y no presentó casos autóctonos desde el año 2000, pero desde entonces se registraron brotes limitados de menos de un año de duración, sin pérdida del estado de eliminación.

El mayor brote se registró entre las semanas epidemiológicas 35 del año 2019 y la 12 del año 2020, con un total de 179 casos de personas que residían en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y 19 municipios de la provincia de Buenos Aires.

En este 2025 volvió a introducirse la enfermedad en Argentina, más precisamente en la provincia de Buenos Aires, a raíz de un brote que, hasta el momento, se desarrolla en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde se confirmaron los casos.

Considerando que el virus continúa circulando en otros países del mundo, existe alto riesgo de importación de casos y desarrollo de brotes por lo que la prevención es vacunarse.

Días atrás el ministro de Salud, Ricardo Cardozo, remarcó que hay que estar muy atentos con lo que pasa en Buenos Aires para evitar que esa enfermedad llegue a la provincia, en especial con el regreso de los chicos a las aulas: “Hay que recordar a los padres en este comienzo de ciclo lectivo que sus chicos concurran con el calendario completo”, sentenció el titular de la cartera sanitaria.

Cabe recordar que el Calendario Nacional de Vacunación contempla que todos los niños, a los 12 meses y a los 5 años, reciban la vacuna triple viral que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas. Asimismo, es imprescindible que todos los mayores de 5 años, adolescentes y personas adultas cuenten con dos dosis de la vacuna Doble o Triple Viral.

Cardozo resaltó que la mejor prevención es inocularse. “Hay que tener presente que en este momento hay un brote de sarampión pequeño en Buenos Aires y no podemos permitirnos que tengamos un brote de estas enfermedades que son prevenibles con la vacuna”.

Por su parte, la directora de Epidemiología, Angelina Bobadilla, en un comunicado emitido por el Ministerio de Salud destacó también el momento en que se dio a conocer el brote en Buenos Aires, en una época de ingreso escolar. “Tenemos que recordarles a las familias que completen el calendario de vacunación obligatorio”, aseveró.

Pese a las planes de vacunación, ciertas personas se rehúsan a ser inoculadas para prevenir esta enfermedad, lo que les puede llegar a producir inclusive la muerte.

¿Qué es el sarampión?

Se trata de una enfermedad viral, altamente contagiosa, que puede presentarse en todas las edades y puede ser muy grave en niños menores de cinco años, en los cuales puede causar complicaciones respiratorias -como neumonía- y del sistema nervioso central, los cuales no tienen tratamiento y pueden incluso causar la muerte. La tasa de letalidad por sarampión es más alta en los niños menores de 12 meses, en tanto que el riesgo de presentar complicaciones graves por sarampión es mayor en lactantes y adultos.

Es una infección que se puede prevenir a través de la vacunación, que es segura y eficaz. Sin embargo, aunque Argentina haya eliminado la circulación endémica del sarampión en el año 2000, los casos importados representan un riesgo significativo, especialmente en contextos de baja cobertura vacunal. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2024 se notificaron más de 320.000 casos confirmados en 184 países, lo que refleja un aumento global de la enfermedad. La principal barrera es la renuencia de las personas a la inmunización o la dificultad en el acceso a las dosis.

El período de incubación del virus es de aproximadamente 10 días, y varía de 7 a 18 días desde la exposición hasta el comienzo de la fiebre, y unos 14 días hasta que aparece la erupción, con un rango de 7 a 21 días. Se transmite mediante gotas de aire de la nariz, boca, o garganta de una persona infectada. El virus puede persistir en el aire o sobre superficies, siendo activo y contagioso por dos horas.

Dado que no existe tratamiento antiviral específico contra el virus del sarampión -solo existen medidas de sostén clínico y de sus complicaciones- el sarampión puede prevenirse sólo a través de las vacunas: doble y triple viral.

El Ministerio de Salud Pública de la Provincia recuerda que la vacunación es un acto solidario, protege a quienes la reciben como a toda la comunidad, lo que implica un beneficio también para quienes no pueden aplicarse como pacientes con inmunocompromiso y personas gestantes.

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