24, agosto, 2025
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Corrientes

El campo, en una encerrona: El lobby empresario opera en contra

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El sector agropecuario argentino está volviendo a chocar con la realidad de la burocracia estatal, otra vez en un tema crucial para su competitividad: la estrategia de vacunación contra la fiebre aftosa. Mientras el consenso técnico y científico para modernizar el plan de sanidad es casi total, la «decisión política» sigue sin aparecer, demorando una actualización que los productores consideran imperiosa. Lo grave es que, tras ello, hay un poderoso empresario que se resiste «a capa y espada». Hasta ahora, los esfuerzos y buenas intenciones del ministro Sturzenegger no llegaron a buen puerto. La última palabra la tendrá el Presidente para bajar línea en Senasa, una repartición a la que, hasta ahora, no le llegó la motosierra.

«AGGIORNARSE»

La reciente culminación del 14° Congreso de Sanidad Animal en Río Cuarto (Córdoba) dejó un sabor amargo entre los productores. Se esperaba que los funcionarios del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) hicieran un anuncio sobre la modificación del esquema de vacunación, un plan que no se actualiza hace más de dos décadas.
Sin embargo, el silencio oficial confirmó los peores temores: a pesar de que el propio organismo sanitario avala la propuesta, la política parece ir por carriles separados.
El proyecto no es un capricho del sector. La propuesta busca modernizar la lucha contra la aftosa sin poner en riesgo el estatus sanitario del país, algo que los productores consideran una prioridad absoluta.
La memoria de los brotes pasados es un recordatorio constante de lo que está en juego: no sólo la sanidad del ganado, sino también la viabilidad de sus propias empresas. El planteo -plasmado en un documento- es sencillo: seguir vacunando, pero con un esquema más eficiente y acorde a los tiempos que corren, en un contexto de alertas sanitarias a nivel mundial.

Una grieta que persiste

Esta demora en modernizar el sistema de vacunación contra la aftosa refleja -una vez más- la discrepancia entre los tiempos de la producción y los del Gobierno. Los productores y los técnicos del Senasa han hecho su parte, presentando propuestas basadas en evidencia y en la experiencia de países vecinos con resultados exitosos.

EL «LABERINTO»

Sin embargo, los referentes ruralistas nucleados en la CRA advirtieron que «el laberinto de la política», con sus propios ritmos e intereses, parece ser el obstáculo principal. El comunicado que elaboraron después del Congreso de Sanidad Animal es muy claro en su diagnóstico: no hay argumentos técnicos que justifiquen la inacción. Simplemente se espera una «decisión política», la misma que, según los actores del sector, paralizó la iniciativa hace un año.

PROBLEMA DE FONDO

Consideran que el problema de fondo es que los gobiernos de turno parecen no priorizar una política sanitaria sólida y de largo plazo. El texto también destaca un punto clave: el financiamiento.
El Senasa cuenta con recursos aportados por el sector para modernizarse, pero si la voluntad política no acompaña, el dinero se vuelve inútil.
Fortalecer el servicio sanitario es clave para que Argentina se posicione como un protagonista en los mercados mundiales de carne vacuna, pero para eso, es imperioso que la política deje de hacer política con la sanidad.

LA TRABA TIENE NOMBRE Y APELLIDO

Hugo Sigman de Biogénesis es el nombre que sindican desde el campo. Con gran parte de la dirigencia ruralista sin el coraje para plantear «a cielo abierto» el perjuicio que se le hace, desde años a los productores, obligándolos a vacunar categorías que ya no deben vacunarse, y a no acceder a la importación a valores competitivos. En Corrientes, Fucosa es parte del problema. Carga, por desidia, con parte de la responsabilidad. Es ella quien debe gestionar la compra en el exterior para la segunda vacunación del año. Vale recordar el discurso lavado del Presidente de la Sociedad Rural Argentina el día de la inauguración. Entonces, frente al Presidente, perdió la oportunidad de poner las cosas sobre blanco y negro y ser claro y directo respecto a esto. Lo lamentable es que el resto de la comisión directiva tampoco dio signos de comprender la realidad del reclamo que se extiende, a lo que se considera otro negociado y que es el chip electrónico, fuertemente resistido en el sector. Importa recordar que Nicolás Pino, es un hombre con llegada al Gobierno, lo cual no implica que deba resignar los pedidos de sus representados.

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